El comienzo de la campaña 2024/25 prendió algunas luces de alerta para los productores de Argentina. Numerosos muestreos previos a la implantación de soja y girasol revelaron la existencia de poblaciones elevadas de bichos bolita, babosas y caracoles.
Estamos hablando de especies terrestres con una dinámica más bien sedimentada. Las poblaciones se mueven muy poco y suelen prevalecer en las colas de rastrojo posteriores a la cosecha. Sin embargo, los productores alertaron del avance de la plaga en otras regiones del país.
Repasamos estrategias de monitoreo para cuidar el sembrado y experiencias reales de control con equipos Altina.
Radiografía de una plaga emergente
Los bichos bolita vienen generando una preocupación creciente en los últimos años. Las poblaciones de estos artrópodos vienen creciendo, especialmente en los planteos donde se utiliza la siembra directa, con abundantes volúmenes de rastrojo y rotaciones intensificadas. Estas condiciones propician ambientes húmedos, protegidos por una cubierta vegetal. Un entorno ideal para alimentarse y reproducirse hasta dos veces al año.
Los daños de la plaga se manifiestan con más fuerza en la implantación de cultivos como soja, girasol, verdeos, pasturas y, en menor medida, maíz. Durante esta fase, la alimentación de estos insectos tiene como objeto semillas, hipocotilos y cotiledones; una situación riesgosa que puede terminar en resiembra.
Manejo integrado en tres pasos
El primer paso es prevenir el aumento de poblaciones por encima del umbral económico. La cosecha precedente es un momento crucial: es importante realizar una cosecha de calidad y distribuir el rastrojo adecuadamente, para evitar colas de máquina que atraigan a estos insectos.
Los cultivos de servicios (CS) que usamos entre un periodo de renta y el siguiente también suelen ser un foco de atracción para algunas plagas, ya que la cobertura aporta temperaturas más estables en los primeros centímetros del perfil y materia orgánica que pueden utilizar como alimento. En sistemas donde se utilicen CS, recomendamos incluir leguminosas en la rotación, porque su baja relación carbono/nitrógeno les permite degradarse e incorporarse al suelo de forma veloz.
Lograr siembras de calidad es otro punto importante, asegurando un desarrollo rápido y uniforme de las líneas de cultivo. Bajas temperatura de suelo o la concentración de muchísima materia orgánica, como en el caso de potreros, pueden demorar la emergencia del cultivo y exponer la semilla a ataques de plagas.
Como ya mencionamos, los bichos bolita no llegan repentinamente al lote. Por eso son cruciales los monitoreos previos a la siembra para calcular pérdidas en el stand de plantas.
Si los umbrales poblacionales de daño económico son superados, la herramienta de control más eficiente es el uso sectorizado de cebos químicos, basados en carbaryl, fipronil o acetamiprid. Este umbral varía según el cultivo en cuestión, siendo de 60 bichos bolita por metro cuadrado en el caso de la soja.
Aplicaciones efectivas con dosis mínimas
Las fertilizadoras sembradoras Altina son grandes aliadas a la hora de modular estas plagas, ya que son capaces de aplicar desde 3kg/ha de producto con una precisión y uniformidad inigualable en todo el ancho de labor. Mejores aplicaciones, con menores costos y desperdicios.
Martín Ganeau es un contratista de la zona de Pigüé, al sudoeste de la provincia de Buenos Aires. Es la tercera campaña junto a un KIT Altina y suele compartir sus experiencias en redes sociales. Cuando conversamos con él, nos comentó que su primer trabajo con la máquina fue una aplicación de cebo químico.
Así lo precisó: “Fue todo un desafío porque no conocía bien la máquina y con el cebo no hay margen de error, es costoso y un kilo de desperdicio es significativo en la inversión. Con bastante coraje me decidí a aplicar 4 kilos de cebo y la máquina respondió perfecto”.
Ganeau destacó la sencillez de la máquina y la precisión para aplicar. “Trabajamos con 3 kilos por hectárea e incluso la probé con 2 kilos, y los resultados fueron excelentes. Estas aplicaciones de poco kilaje demuestran que la máquina es exacta, llevás su capacidad al máximo y responde bien. Cuando los clientes ven en vivo como distribuye el producto, no lo pueden creer, es un antes y un después”, reflexionó nuestro entrevistado
Cuando los muestreos exhiben poblaciones por encima del umbral económico, se recomienda realizar una aplicación de cebo plaguicida 15 días antes de sembrar y evaluar la evolución de la plaga durante todo el ciclo.
La simplicidad del sistema de calibración es uno de los atributos fuertes de nuestras fertilizadoras sembradoras neumáticas, tanto en nuestros equipos de arrastre para aplicaciones incorporadas y en cobertura, como para los reconocidos KIT para autopropulsadas. En solo cinco minutos, se puede modificar completamente la dosificación con una variabilidad inferior al 5% y sin resignar eficiencia en la aplicación. Eso permite trabajar con dosis variables y diferentes cargas de producto de forma veloz.
La capacidad de trabajar incluso en condiciones exigentes es otro atributo central en la propuesta de valor que ofrece Altina. Durante nuestra charla, Ganeau recordó que muchos clientes se sorprendían al ver trabajando la máquina con fuertes vientos.
“Hemos tenido días en donde el viento no te dejaba cargar con el sinfín porque se volaba, pero la Altina hacía las pasadas sin problemas. Cuando controlas la aplicación, te das cuenta que es prácticamente perfecta”.
Para cerrar, Ganeau remarcó que la Altina “tiene muy buena aceptación en la zona, gracias a los comentarios de quienes te ven trabajando y te recomiendan”. Con la tecnología adecuada, lograr aplicaciones uniformes con vientos de más de 30 kilómetros por hora dejó de ser un problema.