Por: Diego Peydro –Conductor de AgroTV
Miembro fundador y socio #10 de Aapresid, Jorge Romagnoli es un pionero e impulsor de la tecnología en Argentina y el mundo.
Jorge, contanos cómo desarrollan indicadores que permiten lograr estabilidad en los rindes, adaptándose al cambio climático de manera sustentable.
Lo que nosotros tratamos de observar permanentemente es de qué modo la respuesta en rendimiento de los cultivos pueden ser cada vez más consistente, o sea, cómo podemos hacer que disminuya la variabilidad tanto en los diferentes lugares que nos toca producir como en las diferentes condiciones climáticas según los años. Sabemos que la oferta climática no la podemos manejar, entonces con eso que tenemos y recibimos, debemos saber qué resultados mejores podemos obtener y cuánto más consistente – menos erráticos – podemos ser. Eso hace que tengamos una estabilidad y una sustentabilidad mayor.
¿Por qué eso es importante?
Porque le da una mayor predicción al emprendimiento y a la empresa mayor estabilidad. Por supuesto, eso nos alienta a trabajar por mejorar el suelo, la vida del suelo, la cadena del suelo, en definitiva, podemos monetizarlo a través de ese incremento de rendimiento y aumento de la estabilidad. Entonces, ser menos aleatorios es el objetivo que realmente buscamos.
Jorge, hace décadas que integraste los cultivos de cobertura para preservar de la erosión y levar por transpiración los suelos, ¿Cómo cuantifican su impacto a lo largo de la rotación?
Con la siembra directa buscamos cobertura. No hay que olvidar cuando empezamos a hacer siembra directa lo que hacíamos era dejar de laborear, pero no teníamos demasiada cobertura o suficiente rastrojo que nos diera garantía del impacto de preservar la erosión, la evaporación, etc.
“Con el tiempo nos fuimos dando cuenta que aumentar la cantidad de rastrojo no era suficiente sino que debíamos saber qué tipos de rastrojo había que promover para mantener una relación equilibrada carbono – nitrógeno”
Eso es básicamente lo mismo que vemos en el medio ambiente natural
Sí, siempre vamos a encontrar un promedio entre leguminosas y gramíneas o entre el leguminosas y no leguminosas o entre plantas que utilizan el nitrógeno atmosférico y plantas que utilizan solo el nitrógeno del suelo, y eso quiere decir que ese ambiente está equilibrado. Esa oferta de rastrojo está mucho mejor ajustada a la necesidad biológica de ese suelo.
El rastrojo es el alimento de los microorganismos del suelo y ese alimento cuanto mejor equilibrado está en una relación carbono-nitrógeno, – mejor ajustada y más estrecha – es más rápidamente digestible, más aprovechable y venteamos mucho menos anhídrido carbónico.
En cada campaña, ¿cómo están diseñando este mix de cultivos de cobertura para lograr un mayor equilibrio?
Principalmente hay que tener siempre una visión de mediano y largo plazo para que en el promedio de las rotaciones siempre busquemos ese objetivo de equilibrar las rotaciones. Circunstancialmente, por oferta ambiental o por precios, podemos irnos más para un lado, aumentar las leguminosas o aumentar las gramíneas u otros cultivos, pero en el promedio del tiempo siempre tenemos que ir a buscando un equilibrio entre las rotaciones para que esa alimentación del suelo a través de los rastrojos sea equilibrada (como la alimentación que nosotros promovemos para nosotros mismos o para los animales).
Romagnoli analiza la llegada del Big Data, máquinas precisas y plataformas digitales para hacer un uso más eficiente de los insumos
Nosotros vamos a ambientar algo que suponemos, imaginamos que conocemos pero no siempre conocemos lo suficiente, entonces a veces hacemos una ambientación en función de supuestos que no siempre se ajustan a lo aproximado que está sucediendo en el suelo, para lo cual siempre que hacemos un intento de ambientación para hacer una agricultura ajustada a la variabilidad ambiental – variando los insumos, las semillas, los fertilizantes etc.
Hay que estar muy presente y atentos para evitar tomar decisiones que sean perjudiciales
Más allá de acertar bien o no tan bien, a veces podemos estar errando o sea yendo en un camino contrario, con lo cual vamos a generar una condición de degradación o deterioro por tomar malas medidas, que nos va a costar mucho tiempo y esfuerzo corregir.
Tenemos que tener mucho cuidado en ese sentido y ser precavidos a la hora de ambientar y dosificar con una agricultura variable por ambiente, siempre tenemos que tener la precaución de estar midiendo de la mejor manera posible para saber si el camino que estamos adoptando es el correcto.
“Principalmente hay que tener siempre una visión de mediano y largo plazo para que en el promedio de las rotaciones siempre busquemos ese objetivo de equilibrar las rotaciones”
¿Cuál es el lugar que ocupan herramientas como drones y plataformas digitales en los sistemas de producción actuales?
Son instrumentos que ayudan a evaluar esto, pero todos estos instrumentos deben estar evaluados, manejados y aplicados por el conocimiento desarrollado ex profeso para cada situación. Todos estos instrumentos -hasta el momento, en su gran mayoría- no se liberan de la inteligencia humana.
El presidente honorario de Aapresid, Jorge Romagnoli, traza los desafíos de la entidad en busca de integrar una mejora continua del sistema.
El desafío de largo plazo es como el de todas las instituciones e interpretar la evolución del hombre, porque nosotros pensamos desde nuestra experiencia, pero no tenemos la capacidad para imaginar lo que va a suceder en el futuro, de manera que hay que estar permanentemente en una corrección.
Es un sistema de mejora continua en todo sentido, es aplicar, actuar, observar, corregir, aplicar, actuar, corregir, permanentemente.
La evolución es constante y de aquí a 50 años no sabemos qué va a pasar, entonces los desafíos que podemos pensar desde Aapresid es la inteligencia aplicada, es la constante observación para estar razonando en función de lo que vemos y lo que nos toca vivir en cada momento.