Artículo elaborado con información de Fertilizar Asociación Civil y Gervasio Piñeiro (IFEVA-CONICET, Facultad de Agronomía, UBA)
El acceso a nuevos conocimientos en lo que respecta al manejo de suelos puso en evidencia la importancia de prestar atención no sólo a las necesidades del cultivo de turno, sino al funcionamiento del sistema agrícola en su totalidad.
Para Gervasio Piñeiro, agrónomo uruguayo que se desempeña como investigador científico del CONICET, en el manejo de los suelos hay un factor fundamental que no recibe la consideración suficiente: la materia orgánica. Es un componente decisivo para el sistema, en tanto mejora la estructura del suelo, la aireación, la infiltración y retención del agua, entre otros beneficios. Además, es determinante en la nutrición de los cultivos.
Aunque el manejo del fertilizante suele orientarse a la planta, Piñeiro explicó que la nutrición de los cultivos debe efectuarse prestando atención a las necesidades del sistema en su conjunto. Entonces, el foco también debe estar puesto en la rotación.
Piñeiro describió la materia orgánica como una “caja” compuesta de sustancias complejas, difíciles de descomponer, que otorga nutrientes a pedido del cultivo. Pero, ¿cuánto reponemos de esa materia orgánica en cada ciclo? Por lo general, en Argentina extraemos más recursos de los que devolvemos al sistema.
Cuando no reponemos los nutrientes que el suelo entrega a los cultivos la disponibilidad de recursos de la materia orgánica se va deteriorando. Entonces, la clave está en conocer cuanta y cuál materia orgánica se necesita y planificar un manejo que pueda alimentar esa sustancia.
Piñeiro distinguió dos tipos de materia orgánica: la particulada y la asociada a los minerales. Si bien originalmente se pensaba que la única materia orgánica aprovechada por los cultivos era la primera, se conoció que la fracción asociada a minerales entrega a los cultivos un volumen de nitrógeno incubado en anaerobiosis (Nan) mucho más elevado. Sin embargo, la formación de este tipo de materia orgánica dependerá de la disponibilidad de nitrógeno que tenga el suelo.
Alimentar la materia orgánica, la clave para un manejo sustentable
Durante su presentación, el investigador de CONICET enfatizó en la importancia de realizar un manejo del sistema agrícola que asegure un correcto balance de la materia orgánica. Piñeiro remarcó que, por tratarse de una sustancia que se transforma constantemente, es preciso conocer su composición (y el balance de las fracciones particulada y asociada a minerales). Una buena manera de hacerlo es midiendo la Nan en cada tipo de materia orgánica.
Una vez que conocemos las necesidades nutricionales del sistema en su conjunto hay que comenzar a alimentarlo. Y una de las formas que recomienda Piñeiro es la utilización de cultivos de cobertura. En este sentido, la elección de las especies deberá priorizar a aquellas capaces de formar un buen volumen de materia orgánica.
El agrónomo uruguayo sostuvo que, pese a lo que suele creerse, las raíces otorgan un porcentaje mucho mayor de materia orgánica que la biomasa aérea. “Para alimentar el suelo hay que hacer crecer raíces”, expresó durante su presentación.
Además, Piñeiro apuntó que, si el efecto buscado es una mayor biomasa total, es apropiado extender el ciclo vital de los cultivos de servicio. Recomendó sembrarlos antes, en precosecha de los granos gruesos. Cuando dichos ciclos se sincronizan, se reducen las pérdidas de nutrientes y se aprovechan los residuos que dejó el cultivo de renta saliente. Asimismo, Piñeiro explicó que se puede atrasar la supresión de estos cultivos, siempre que se controle la disponibilidad de agua en el suelo.
La fertilización también fue señalada por el especialista como una herramienta para alimentar la materia orgánica, especialmente cuando se nutren los cultivos de cobertura. Para Piñeiro, cuando se aplica fertilización a las coberturas esos insumos se incorporan al sistema agrícola y pueden mejorar el estado nutricional del suelo.
A modo de cierre, el especialista recordó la importancia de mantener la calidad de los suelos, algo que en nuestro país sigue sin recibir la atención suficiente. Para hacerlo es menester mantener el lote siempre verde con una diversidad de especies, que permita encadenar los aportes que entrega cada cultivo.
