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Intersiembras: mucho más que ganar tiempo

La intersiembra de cultivos de servicios (CS) en verano es una práctica difundida hace tiempo por Altina. La premisa inicial es superponer ciclos de cultivo y ganar tiempo, aunque las experiencias de nuestros usuarios demuestran que los beneficios van más allá.

¿Cuáles son las ventajas de esta práctica? ¿Qué oportunidades inauguran para la producción? ¿Cómo y cuándo es conveniente agregar cultivos de cobertura? Llevamos estas preguntas a nuestra comunidad de usuarios y tratamos de darles respuesta en una nueva nota web.

Fertilizantes y semillas, con una distribución uniforme

Las Fertilizadoras Sembradoras Neumáticas Altina son capaces de ingresar en cultivos avanzados para aplicar cultivos de cobertura, mezclas físicas de semillas y fertilizantes. Su sistema de distribución evita la segregación balística, sin importar la granulometría ni el peso específico del producto.

Al aprovechar el elevado despeje de las autopropulsadas, las intersiembras de verano se hicieron más habituales en la planificación, especialmente sobre soja y maíz. Es una alternativa para los productores que no quieren resignar productividad en la rotación, como podría ocurrir en una siembra de verdeos tradicional. Sin embargo, estos cultivos de semilla fina prestan más de veinte servicios ecosistémicos.

Para repasar algunos de estos beneficios, conversamos con Claudio Bosco, ingeniero agrónomo y asesor técnico de la zona de Gálvez, Santa Fe.

Puentes verdes, con menos malezas

La capacidad de modular la emergencia de estas especies suele ser una puerta de entrada a los cultivos de servicios. Hace unos seis años, Claudio descubrió que la avena competía bien contra la rama negra. Así comenzó a incursionar en la siembra de coberturas.

Cómo bien nos explicó: “Lo que no ocupan las malezas lo ocupan las forrajeras, el suelo se termina cubriendo igual. La ventaja es decidir con qué cubrirlo, dependiendo de mis objetivos agronómicos”. 

¿Para qué gastar dólares para matar una maleza, si puedo usarlos para sembrar CS en febrero y librarlos de malezas, pastorearlos y producir kilos de carne?

Agregar la ganadería, sin ceder superficie

Claudio nos contó que las negativas a sembrar CS venían junto a planteos como: “¿Cómo voy a sembrar algo si no lo cosecho?”. Las respuestas cambiaron cuando propuso impulsar la actividad ganadera y los cultivos de renta, en el mismo lote.

“Generalmente, son campos que van a maíz y después de la cosecha suelen recibir animales, que se alimentarán de algún rastrojo de maíz ante una eventual falta de forraje. Pero estamos hablando de un forraje de mala calidad”, explicó el agrónomo de Gálvez.

Ante ese escenario, escogieron una combinación de avena, vicia y rye grass. Producen sus propias semillas a muy bajo costo, un factor clave a la hora de decidir la aplicación.

“Ya veníamos trabajando con avena, por su rusticidad y su capacidad de implantarse fácilmente. Y le agregamos la vicia, una muy buena fuente de proteína y un cultivo que podía fijar algo de nitrógeno, que luego iban a usar las forrajeras”, detalló Bosco.

Por su parte, el rye grass ingresó en la consociación porque sus semillas livianas permiten lograr buenas densidades con muy poco kilaje.En verano, las condiciones de humedad y temperatura no son las ideales para sembrar.

Según nos explicó Claudio, no se apunta a un nacimiento explosivo, sino que hay varias camadas de nacimientos de semilla y rebrotes, que permanecen en un estado casi aletargado hasta la cosecha del cultivo de renta. Cuando ingresa la luz, comienza a emerger una cubierta verde con gran rapidez.

Con esta combinación produjeron un forraje de primera calidad, generando raciones de alimento a muy bajo costo en un lote que podría haber quedado en un barbecho químico.

“Pastoreamos estos forrajes y llegamos a la soja de la temporada siguiente con un uso mínimo de herbicidas”

¿Qué hay que tener en cuenta?

En experiencias anteriores, Bosco había aplicado cultivos de servicios junto al ingeniero agrónomo Tomás Bottaro y Julián Culasso, un joven estudiante de agronomía. Para dicha tarea usaron un equipo Altina de Arrastre.

A la hora de escoger el mejor momento para las intersiembras, sostuvo que lo primordial es tener una buena lluvia luego de sembrar, para que las semillas queden muchos días húmedas y logren clavar la raíz.

Bosco también explicó que el espaciamiento entre líneas del cultivo de renta es determinante en los CS. Para él, cuando uno piensa apuntar a un sistema de intersiembra, es recomendable que los maíces estén distanciados a 70 o 52cm entre surcos.

“En los lotes que van a CS decidimos bajar la densidad, para no cerrar tanto el canopeo y que pase algo de luz en verano”, apuntó Bosco. De ese modo, podemos producir mayor cantidad de materia verde para el pastoreo.

Para cerrar, Bosco desmintió que el pastoreo sea contraproducente con los CS. “Las vacas no comen las raíces, hay toda una microbiología que se mantiene bajo tierra. Se siguen generando nuevos poros y mejorando la infiltración”.

 

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