El 8 de noviembre se realizó en Chivilcoy la jornada anual de la Red de Cultivos de Servicios (CS) Aapresid-BASF. Destinada a generar y difundir información sobre una herramienta cada vez más elegida por los productores, esta red (de la cual Altina es acompañante) nació en 2018 y cuenta con 20 sitios distribuidos en varias zonas del país. En esta oportunidad se presentaron opciones de manejo para mejorar servicios eco-sistémicos de fertilidad, manejo de agua y malezas. La estrella: siembra sobre cultivos de servicios en crecimiento.
Uno de los objetivos de la Red es evaluar el impacto de distintas herramientas de manejo de los CS sobre la calidad de los servicios agro-ecosistémicos ofrecidos. En esta campaña los ensayos se enfocaron en efectos de inoculación en vicia, fertilización en gramíneas y mezclas de especies sobre el aporte de nutrientes, manejo del agua y control de malezas logrados a través de los CS.
En cuanto a mezclas, la Red evalúa consociaciones de 2 y 3 especies (gramíneas/leguminosas y gramíneas/leguminosas/crucíferas). En el caso de Chivilcoy las especies elegidas incluyeron Vicia villosa y Trébol Persa, centeno y rabanito forrajero. Las mezclas se destacaron en producción de biomasa por sobre las especies puras, alcanzando producciones entre 10 y 16 tn MS/ha.
En cuanto al control de malezas, Gervasio Piñeiro (CONICET-FAUBA) explicó que la partición de MS aérea/radicular es una variable clave: “cultivos de servicios de 10.000 kg/ha de MS aérea difícilmente produzcan 1.000 kg/ha de raíces. Esto debe considerarse a la hora de cortar su ciclo en función del objetivo. Volúmenes de biomasa aérea de 4000 kg/ha podrían ser suficientes para lograr controles exitosos de malezas”.
Referido a la disponibilidad hídrica los ensayos revelaron que al momento del secado los lotes con CS contenían en promedio menos agua que los de barbecho químico. Sin embargo esta tendencia se revirtió al momento de siembra del cultivo de verano gracias a las mejores de condiciones de captación y conservación de agua generadas por los CS.
Bernardo Romano, socio de Aapresid y anfitrión del evento mostró los efectos de reconstrucción de los CS sobre suelos degradados: “estamos en un campo que tras sufrir 20 años de monocultivo logró recuperar su agregación, MO y P gracias a la siembra directa y la intensificación con CS”.
Hoy Romano va por más y prueba siembras de cultivos de grano sobre CS en crecimiento. “La siembra en verde, en este caso de maíz y soja sobre vicia, permite capturar energía y generar fertilidad durante todo el año. Cuando el CS se empieza a secar el cultivo de grano ya estará verde, produciendo MS, fijando nutrientes y energía”.
Así, durante la dinámica se mostraron siembras de maíz y soja sobre CS vivos, con o sin rolado previo. Dependiendo de las condiciones ambientales de la producción de biomasa del CS, esta técnica puede ayudar a reducir el uso de herbicidas.
En este sentido, Fabrizio Mock (BASF) habló de atributos a considerar en herbicidas a usar en sistemas intensificados con CS. Pensando en los grandes volúmenes de rastrojo, a la hora de elegir un producto conviene considerar: su eficacia de control, persistencia en el cultivo, selectividad del cultivo posterior, intervalo de aplicación en siembra, retención en rastrojos y restricciones en los cultivos de rotación.
Romano asegura que los CS tienen que dejar de verse como un costo para pensarse como una inversión cuya tasa de retorno dependerá de tres factores clave: el ahorro en fitosanitarios y fertilizante nitrogenado y el plus de rendimiento aportado al cultivo de grano. “Hoy la renta marginal de un CS puede ser superior a cualquier alternativa del mercado y además cuida el ambiente”.
Fuente: Aapresid