Matías Cavadini es un productor y contratista rural radicado en Los Toldos, Buenos Aires. Históricamente se había desempeñado como aeroaplicador en su zona, hasta que en 2015 decidió sumar un nuevo equipo a su empresa. “Arranqué con la marca hace nueve años, con mi primera fertilizadora autopropulsada. A los dos años tuve que comprar otra Altina porque no daba a basto con los trabajos”, recordó Cavadini.
Para el año 2017, nuestro entrevistado ya contaba con una autopropulsada PLA MAF 5000 y una PLA MAF 6000 hidrostática con doble tracción. Ambos motrices equipan KIT Altina con 30 metros de ancho y se mantienen activos todo el año. La ocupación permanente de los equipos permitió a Cavadini generar un ingreso extra para su empresa y optimizar su equipo de empleados.
En la actualidad estos equipos se utilizan en un amplio abanico de tareas. “Usamos los KIT para aplicar productos sólidos granulados, perlados o en polvo. Sirven para todo tipo de fertilizante nitrogenado, fósforo, enmiendas minerales con yeso y dolomita. Además, estas máquinas se usan para siembras en cobertura con cultivo en pie de maíz, sorgo, girasol. El despeje y el ancho de labor nos ayudan a ingresar al cultivo con un daño mínimo”, relató Cavadini.
Nuevas necesidades
Este contratista nos comentó que, en años más secos, los clientes le pidieron hacer aplicaciones incorporadas. Así fue adquiriendo nuevos equipos de arrastre, concretamente dos Fertilizadoras Incorporadoras Altina LSI 4000. Ambas máquinas pueden aplicar en línea a 35, 52 y 70 centímetros, dependiendo de la regulación deseada. Además, se pueden configurar a 46 centímetros de ancho si se mueven los cuerpos incorporadores.
En relación a estos equipos, Cavadini apuntó: “Son muy demandados para aplicar insumos previo a la siembra o en lotes que tengan cultivo en pie, podemos ingresar en maíces en estado v8 inclusive. En esos casos aprovechamos el espacio entre surcos”.
Nuestro entrevistado explicó que la gran ventaja de “clavar” los fertilizantes al suelo es una menor pérdida por evaporación. Y resaltó que todas las máquinas pueden trabajar con dosis fijas o variables por ambiente, según la prescripción agronómica.
¿Qué perspectivas hay para el trigo y los cultivos invernales?
Quisimos saber como se viene armando la temporada para el trigo y los cultivos de semillas finas. Y esto nos respondió Cavadini: “Siempre depende de que se configure un año Niño o un año Niña, pero hay buenas perspectivas para las incorporadoras previo a la siembra de trigo, ya que los ensayos demostraron que hay una ganancia en kilos de cereal al final del cultivo”.
Cuando se perfila un año más seco, sus clientes optan por hacer una aplicación incorporada en la pre siembra. Y después se realizan refuerzos con el cultivo ya emergido, usando las máquinas autopropulsadas.
En los años más lluviosos, la aplicación suele segmentarse para aprovechar las precipitaciones. “Yo puedo trabajar todo el año con las máquinas y lograr que se complementen en las estrategias de manejo, aprovechando las bondades de cada equipo”, apuntó Cavadini.
“En el campo conviven realidades muy distintas. Están los viejos chacareros que tienen su campo y lo trabajan artesanalmente, y después hay semilleros o campos de última tecnología con análisis, riego y producción de semillas. Las diferencias en el manejo son importantes”, analizó el contratista del noroeste bonaerense.
Una opción superior
Al repasar su experiencia con Altina, Cavadini explicó que a la precisión y uniformidad características se suman un bajo costo de mantenimiento y una capacidad operativa difícil de igualar en el mercado nacional.
“Por su precisión y la uniformidad en todo el ancho del botalón, no hay otros equipos que las igualen en calidad de aplicación y velocidad de trabajo”
La simplicidad es otro de los diferenciales que Altina ha sabido potenciar. Nuestro entrevistado relató que la facilidad a la hora de calibrar les permite cambiar de material o marca en solo minutos. Y esa ventaja se traduce en un beneficio mutuo para el contratista y el cliente, ya que se ahorra tiempo y no se desperdician recursos.
“Los avances tecnológicos ayudan a ver la calidad del trabajo. Hoy en día herramientas como FieldView y las fotos aéreas permiten comprobar cuan uniforme es la aplicación. Con equipos de péndulo o de plato no se logran esos resultados, ni siquiera con otros equipos neumáticos que tienen sistemas parecidos. No llegan a la precisión y uniformidad de Altina”, expresó Cavadini.
Además, la versatilidad de los equipos es crucial para adecuar las tareas a la estacionalidad. A la fertilización para trigos en otoño le siguen las enmiendas en pasturas y correcciones de suelos en invierno. Los trabajos en maíz, soja y girasol se prolongan hasta bien entrado el verano, momento en el que cada vez más productores realizan siembras en cobertura. Cuando uno quiere ver, hizo el ciclo completo, y la máquina no paró de trabajar.
“Siempre recibí apoyo de parte de la empresa, ante cualquier eventualidad me ayudan con repuestos, técnicos o lo que fuera para que la máquina no pare y sean productivas. El apoyo es incondicional y eso me mantiene fiel a la marca, tengo que agradecerle a la familia Pivetta”, cerró nuestro entrevistado.
