Hace un buen tiempo que los Cultivos de Servicios (CS) son un término cada vez más familiar para el agro. La integración de estas especies a los sistemas agropecuarios ganó adeptos gracias a numerosas experiencias de agrónomos y técnicos de Argentina y el mundo. En esta nota vamos a repasar la experiencia de Claudio Bosco, ingeniero agrónomo y asesor técnico de la zona de Gálvez, Santa Fe.
Claudio comenzó a incursionar en CS hace unos cinco años, al descubrir que la avena competía bien contra la rama negra -principal problema por el cual incursionó en las coberturas-. Desde entonces, tuvo experiencias con vicia villosa, vicia sativa, trigo, centeno, avena strigosa, cebada forrajera, sorgo, girasol y colza.
Los buenos resultados, tiempo después, lo impulsaron a darle “una vuelta de tuerca” a la siembra de estos cultivos y aprovechar sus más de veinte servicios ecosistémicos. “Con los CS podes deprimir napas en algunos suelos, buscar condiciones de piso para cosechar en tiempo y forma en otros. Nos permiten meter un cultivo dentro de otro y hacer un ‘puente’ verde”, explicó Bosco
Cambio de enfoque
Claudio nos contó que las negativas a sembrar CS venían junto a planteos como: “¿Cómo voy a sembrar algo si no lo cosecho?”. Y encontró el motivo justo para convencer a la empresa GAFERLED. “La ganadería era una actividad que no querían dejar, pero al mismo tiempo les interesaba no ceder superficie que se iba a destinar a los cultivos de renta. Entonces hicimos una estrategia en donde la ganadería entre en los cultivos de renta sin perjudicarlos”, recordó el agrónomo.
La primera temporada, Bosco y el ingeniero Tomás Bottaro usaron una Fertilizadora Sembradora de arrastre Altina para sembrar CS sobre un maíz. Este equipo se usaba para fertilizar en invierno, hasta que consiguieron las semillas.
Los objetivos eran, por un lado, generar alimento para pasteoreo y, por otro lado, preparar el lote para la soja que llegaría en temporada estival. “En la primera experiencia hicimos 180 kilos de carne tras cosechar el maíz. Y logramos un barbecho de EIQ Cero, con el mínimo impacto ambiental”, afirmó Bosco, quien además remarcó que las malezas tuvieron baja emergencia por competir con las coberturas.
En la peor sequia del siglo, allá marzo tomamos una decision mas por necesidad que por racionalidad
Decidimos en un maiz sembrado 25/Ene totalmente stresado volear
Economicamente no habia mucho para perder, teniamos la @AltinaArg la semilla y combustible pic.twitter.com/fpmaWFClaE
— Ing Claudio Bosco (@Boscoclau) October 14, 2023
Medir y planificar de nuevo
La segunda temporada, Bosco, Bottaro y el joven Julián Culasso, estudiante de Agronomía, ya sabían dónde iban a sembrar el maíz de segunda y dónde iban a volear los granos finos. La idea era sembrar en cobertura en lotes de fácil manejo para la ganadería. En diciembre estaba todo listo, pero la falta de lluvias terminó corriendo los planes a finales de enero.
“No sabíamos cuando se iba a activar el niño. Pero teníamos la Altina y habíamos producido semilla, el costo puro iba a ser el combustible”, repasaba Bosco. Las lluvias estuvieron lejos de activarse en verano. Claudio nos dijo que recién con las precipitaciones del 25 de enero pudieron terminar el maíz. Cosecharon 5500 kg y, debajo, encontraron una cubierta vegetal llena de forraje.
Las mediciones arrojaron 15.000kg de materia verde, que se transformaron en 3.500kg de materia seca aprovechable, equivalentes a 22.000 raciones de alimento. De este modo, Bosco y su equipo alimentaron 800 novillos, produciendo carne barata a pasto. El ganado pasó por la balanza y los resultados también fueron positivos. Solamente los Cultivos de Servicios produjeron 5800kg de carne en 60 hectáreas.
“Si vos miras el vaso medio vacío o medio lleno, este es mi medio lleno y mi piso. Sacar 100 kilos de carne por hectárea con coberturas es muy bueno, más aún si lo haces en la sequía más grave del siglo”
En una primavera como la que pasó, con el forraje castigado, ganar esos kilos de otro modo hubiera sido costoso. Según el especialista, generar esos 100 kilos con grano de maíz requiere 800 kilos de alimento.
“¿Qué conclusión me llevo de esto? Que podemos generar entre 100 y 200 kilos de carne por hectárea con un voleo de coberturas. A eso se suman las raíces vivas, el control de malezas, la actividad biológica y los beneficios que cada vez más personas conocen. De los veintipico servicios que dan, uno solo bastó para darme 100 kilos de carne por hectárea”, afirmó el agrónomo.
“El gasto que haces en herbicidas es el mismo que uso para hacer una intersiembra”
A la hora de evaluar costo/beneficio, Claudio sostiene que los CS brindan una variedad de servicios al sistema que normalmente no se monetizan. En este sentido, el asesor apuntó: “El balance es muy positivo, y solo cuento los kg de carne que estoy produciendo y los litros de herbicida que no usé para combatir malezas”.
“Cuando no se planifica un manejo así después del maíz hay barbecho, malezas, y desperdicias superficie para generar recursos forrajeros. El gasto que haces en herbicidas es el mismo que usas para cultivar semillas dentro del maíz”, agregó Claudio.
¿Para qué gastar 40 dolares para matar una maleza, si puedo usarlos para sembrar CS en febrero y librarlo de malezas más del plus de pastorearlos y producir kilos de carne?
Derribando mitos
Mientras conversamos con él, Claudio reforzó que, sin haberle ‘entrado’ por la ganadería, no podría haber convencido a este productor. “Con los resultados a la vista, pudimos transformar su visión. Ya estamos planificando una siembra de vicia con avena, que se va a comer en agosto de 2024”, celebró el asesor.
Para cerrar, Bosco desmintió que el pastoreo sea contraproducente con los CS. “Las vacas no comen las raíces, hay toda una microbiología que se mantiene bajo tierra. Se siguen generando nuevos poros, mejorando la infiltración”.
Equipos para siembras multiespecie
La maquinaria Altina es ideal para la siembra de cultivos multiespecie ya que su sistema de distribución evita la segregación balística y permite aplicar sobre el lote, de manera uniforme, semillas y fertilizantes sin importar la granulometría ni el peso específico del producto.
