De izquierda a derecha: Mauro Canalis, Enrique Canalis (padre) y Ariel Canalis
Ariel Canalis viene de una familia de tradición productora en la provincia de Santa Fe, más específicamente en la pequeña localidad de Colonia Cello, al oeste de la provincia. Desde hace un tiempo implementa cultivos de cobertura para mejorar la estructura física del suelo y reducir la aplicación de agroquímicos para el control de malezas. Con esta técnica productiva no sólo obtuvo mejoras biológicas, sino también de rendimientos. “Los cambios se empiezan a ver en los primeros años”, afirma el productor, con quien conversamos a continuación.
¿Desde hace cuánto trabajas con maquinaria Altina?
Más o menos desde el 95, aunque fue discontinuo. Por aquella época apenas teníamos poco conocimiento de los fertilizantes. Mi viejo había comprado una de las primeras fertilizadoras de Altina, de las más chicas. Después tuvimos una de plato y al final volvimos a Altina. Ahora trabajamos con la HP 3918 de arrastre y también tenemos el guinche grúa Francisco. La utilizamos para siembra de soja, avena y trigo principalmente. La utilizamos para siembra pero hacemos pasadas de fertilización y enmiendas.
¿Por qué eligieron finalmente Altina?
Por la distribución. No tenés cómo igualarla. Con esta máquina, hasta cierto punto, podés laburar con viento. Con las otras no se puede. Tiene gran calidad de siembra, es espectacular cómo distribuye. Sobre rastrojo, sobre arado, sobre suelo trabajado. Hemos sembrado las avenas sobre maíz y soja trillada.
¿Realizan cultivos de cobertura?
Sí, estamos probando y con muy buenos resultados. El año pasado hicimos 16 hectáreas. Este año ya sembramos 180 hectáreas de avena con la Altina y después hicimos 100 más al vuelo. Lo próximo que queremos hacer es contratar un Kit montado sobre una autopropulsada para hacer dosificación variable.
«La distribución de esta máquina no tenés cómo igualarla»
¿Cuáles son las diferencias entre un modelo de producción y otro?
Hay diferencias en la biología del suelo y en la frecuencia en que se aplican agroquímicos. Por ejemplo, nuestros maíces de primera que tenían coberturas estuvieron todo el invierno sin aplicaciones. Con el otro modelo tenés que ir aplicando regularmente. Y eso es dinero y un gran daño para la ecología.
Y en cuánto a rendimientos, ¿notaron diferencias?
Hay, fácil, entre 800 y 1000 kilos de soja más que en los lotes que no tienen coberturas.
¿Por qué crees que, aún con resultados, no tienen un mayor nivel de implementación?
Hoy hay más conciencia sobre la necesidad de aplicar menos agroquímicos. Pero quizás falta cuesta porque te lleva más trabajo. El día que se instalen definitivamente las autopropulsadas para mi va a ser el quiebre. De esa manera probablemente sea más fácil que el productor adopte las coberturas. Cada vez queremos usar menos el tractor (risas). Además te ahorras mucho dinero en agroquímicos y el impacto ambiental es muchísimo menor. Los cambios se empiezan a ver en los primeros años, se nota en los rendimientos.
«La inversión en conocimiento es lo que te da la posibilidad de hacer cosas nuevas. De probar, medir, comparar»
Como productor, ¿cómo crees que debería ser la agricultura del futuro?
Creo que debería ser una agricultura trazada y certificada con Buenas Prácticas Agrícolas. Y mucho más profesional, con inversión en profesionales, en técnicos. La inversión en conocimiento es lo que te da la posibilidad de hacer cosas nuevas. De probar, medir, comparar. Si uno no tiene datos técnicos es muy difícil.
¿Y hacia dónde debe apuntar esa profesionalización de la actividad?
Hacia la fertilización, el análisis de suelo, la trazabilidad, las coberturas. En el uso de tecnología pero también en el conocimiento para saber aplicarla. Sino terminas gastando 50.000 dólares en una sembradora que después no sabes sacarle provecho. Soy muy crítico de esas cosas. Si haces una inversión, hacela con sentido.
¿Tienen pensadas inversiones a futuro?
Estamos viendo que más adelante vamos a tener que comprar una autopropulsada para montarle el Kit. Son inversiones grandes pero es lo que se viene, no podés esquivarle. La agricultura del futuro tiene que ser sustentable.
