La siembra de cobertura es una herramienta que funciona para mitigar el cambio climático. Kaye y Quemada.
Los cultivos de cobertura son reconocidos por su capacidad para reducir la erosión, fijar el nitrógeno atmosférico y mejorar la salud del suelo. Sin embargo, también pueden desempeñar un papel importante en la mitigación de los efectos del cambio climático.
Jason Kaye, profesor de bioquímica del suelo en la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos; asegura que el potencial para cooperar en la mitigación del cambio climático que tienen los cultivos de cobertura es importante.
“Mucha gente ha estado promoviendo la siembra directa como una herramienta para luchar contra el cambio climático. Descubrir que la siembra de cobertura también es una herramienta que funciona significa que contamos con una opción más en la agricultura para enfrentar esta problemática”, dijo Kaye.
En colaboración con Miguel Quemada del Departamento de Producción Agropecuaria de la Universidad Politécnica de Madrid, Kaye realizó una investigación en la que determinaron que, en la región de Pensilvania (Estados Unidos) y España Central, los cultivos de cobertura funcionan como una estrategia para paliar el calentamiento global.
Los investigadores concluyeron que este sistema permite mitigar el flujo de los gases que provocan el efecto invernadero, aumentando el secuestro de carbono en el suelo y reduciendo el uso de fertilizantes, luego del cultivo de leguminosas.
“Tal vez lo más significativo es el cambio de albedo superficial – la proporción de energía de la luz solar que se refleja fuera de los campos de cultivo debido a cultivos de cobertura – calculado por primera vez en nuestra revisión utilizando sitios de estudio de casos en el centro de España y Pensilvania. El resultado al que se arribó es que el cultivo de cobertura mitiga el calentamiento (es decir, conduce al enfriamiento) aumentando la radiación reflejada. Bajo condiciones normales, la tasa es de 46 o 45 grados CO2e/m2/año (en España y Estados Unidos, respectivamente)”, escribieron en su investigación Kaye y Quemada.
“La aplicación de los cultivos de cobertura también permiten la adaptación al cambio climático en estos casos de estudio, especialmente reduciendo la vulnerabilidad frente a la erosión provocada por las lluvias extremas, acrecentando las opciones del manejo del suelo durante los períodos de sequía, de saturación de suelo y de retención de nitrógeno mineralizado debido al calentamiento”, aseguraron los especialistas.
A pesar de los beneficios de los cultivos de cobertura presentados, Kaye asegura que esta técnica no debe ser usada principalmente para mitigar los efectos del cambio climático. Pero si debe valorarse que, a diferencia de las técnicas tradicionales de agricultura, es una técnica que coopera y se preocupa por la problemática.
Fuente: https://goo.gl/wGcMLJ
